viernes, 29 de julio de 2011

Anticipo electoral e incógnitas

Vale, ya tenemos el titular que algunos llevaban tantos meses buscando. Antes de que acabe el año tendremos nuevo gobierno. Eso sí, van a ser unas elecciones muy poco emocionantes. La única intriga será si Rajoy saca mayoría absoluta o no, y parece que desde el propio PP empiezan a tener dudas a raíz de las salvajes críticas a los últimos resultados del CIS que recortan su ventaja (coincidiendo con la proclamación de Rubalcaba como candidato).
Aparte de esto… ¿qué más? ¿Qué va a aportar esta campaña electoral? Por un lado, tenemos a un Rubalcaba coqueteando con el 15M. Algunas de sus palabras suenan bien, pero… oiga usted, ¿no formaba parte del gobierno hasta antes de ayer? ¿Por qué entonces no y después de las elecciones sí? Se me ocurre pensar, por eso de creer en la bondad de los desconocidos, que era un fiel segundo de Zapatero y que acataba sus órdenes a pies juntillas, aunque en su fuero interno nunca haya comulgado mucho con él. Y ahora que tendrá la batuta, impone sus propias recetas. Aunque estas recetas, llegados a este punto, tengan tufillo electoralista.
Y por el otro lado, está el señor Rajoy. Después de meses en los que su único argumento era “elecciones anticipadas ya”, ¿qué va a hacer ahora? Tiene dos opciones: o volver a su estrategia cómoda de esperar en silencio a las elecciones, haciendo una campaña electoral de perfil bajo para no asustar a nadie con sus futuras medidas… o ponerse a hablar claro y decirnos qué piensa hacer. Personalmente creo que optará por la primera opción. Porque, no nos engañemos, las medidas que adoptará van a ser muy muy muy duras (a su lado, Zapatero volverá a ser Bambi). Y no le conviene asustar al personal, tiene que recoger todos los votos necesarios para conseguir su objetivo de mayoría absoluta. Lo curioso es que, al poco de conocerse el adelanto electoral, aseguró que “no hará recortes sociales”. A lo que yo respondo: ¿nos toma por tontos, señor Rajoy? Eso sí, reconozco que tengo mucha curiosidad por conocer esa receta mágica según la cual, con su llegada al poder, todos los males de nuestro país se solucionarán. ¿Cuál es el conejo que guarda en la chistera? ¿Es que tendrá una política propia y no viviremos sujetos a lo que nos digan la señora Merkel y los mercados? ¿Su varita mágica es de caoba o de roble? Qué bien que, gracias a la decisión que hoy nos ha comunicado el Presidente, pronto tendremos respuestas. Ya no me quedaban uñas que morderme.
A todo esto, se me plantea una duda. Como no soy experto en economía, me he armado un lío. Por un lado, decían que para dar confianza y no alarmar a “los mercados” había que terminar la legislatura. Por otro lado, ahora dicen que se adelantan las elecciones para dar confianza (¿no era al revés?). Pero yo miro hacia Irlanda y Portugal y no veo ni una cosa ni la otra. Que alguien me lo explique.
Y, espero que se me permita el comentario malicioso, tengo otra duda. Pongámonos en situación. 20 de noviembre. Por un lado, Rajoy ganando arrolladoramente las elecciones. Una masa embriagada de felicidad invadiendo la calle Génova con banderas nacionales, gritando “presidente presidente” mientras Mariano está pegando botes en el balcón junto a Soraya y María Dolores. Por otro lado, un grupo de individuos, armados con banderas franquistas y emblemas y cánticos de otra época, se dirigen al Valle de los Caídos. Pero, ¡oh cielos! Su recorrido coincide con esa otra celebración. ¿Qué harán? ¿Rodearán la fiesta pepera, o se unirán a la ella y llamarán a Mariano “presidente”?

Por favor, que llegue ya el 20 de noviembre y se me resuelvan todas estas incógnitas, no voy a poder pegar ojo hasta entonces.

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